Minuta de la reunión celebrada el viernes 25 de agosto en la DGAC, estando presentes el Ing. Juan Antonio Bargés, Ing. Eduardo Piccolo, C.P. Eduardo Olamendi, Ing. Ma Pilar Piedras, Ing. Andrés Macías, e Ing. Jesus Moreno.

El Ing. Bargés me citó para esta reunión. Quería saber de las quejas que habíamos presentado a la Ing. Piedras en días pasados.

Yo le comenté que ninguno de los puntos a los que se había comprometido en nuestra reunión pasada los había cumplido, y que constaba en un fax que él me había pedido para no olvidar las cosas. Entre los compromisos estaban una carta a FEMPPA en que la TUA no se debería de pagar en ningún aeropuerto; organizar una reunión con la SEDENA para tratar los problemas con militares; organizar una reunión con PGR para tratar la eliminación de los planes de vuelo locales; revisar nuestra propuesta de reglamento de aviación general con el personal técnico y jurídico de la DGAC.

Aproveché para quejarme de la única propuesta de NOM que había recibido, que era en relación al uso obligatorio de transponder modo S en la aviación general.

El Ing. Bargés me comentó que tenía que obligarnos a utilizarlos pues teníamos que bajar el índice de accidentes en la aviación general, el cual es alarmante. A esto le comenté que el transponder modo S fue el primer intento de "datalink" o enlace de datos, pero que tiene muchas limitantes, como lo son el que no haya sido diseñado para pasar una gran cantidad de datos; el que las tasas de actualización de la posición del tráfico puede caerse a velocidades críticamente lentas en áreas de tráfico muy cargado; y el que no tenga un ancho de banda suficientemente ancho, valga la redundancia, para permitir el intercambio de gráficas satelitales del clima, datos en texto, e-mail, y mostar el tráfico.

El Ing. Bargés comentó a todo esto que hacía ya un año y medio que había visto esto y que no tenía la información técnica en la mente, pero que tenía que obligarnos a tener los transponders modo S, pese a nuestros argumentos, porque de esta manera se reducirían los accidentes.

A esto yo le argumenté lo absurdo de su posición, pues equivalía a que en un pueblo se tuvieran que poner semáforos para controlar en tránsito, siendo que ni siquiera se tenía energía eléctrica; o el caso de las computadoras e inglés en todas las escuelas, cuando en muchas comunidades tampoco se tiene luz y ni siquiera se habla el español como primera lengua.

A lo que quería llegar es que no es posible que nos exijan tener transponder modo S, C o A, cuando no existe cobertura radar de baja altura en toda la República Mexicana. A esto me contestó el Ing. Bargés que ya estaban comprando los radares para dar cobertura en todo el país.

Parece el Ing. Bargés muy convencido que en estos 3 meses que le quedan, va a poder arreglar las cosas que no hizo en 6 años. También quiere que le demos los datos de la NOAA para que contrate el servicio de cartas de navegación, y sugiere hagamos los planes de vuelo por internet, como solución a la simplificación de los planes de vuelo.

Concluimos en que se me darían los 55 proyectos de norma que están por publicar en el DOF ( mismos que recibí de la Ing. Piedras) para estudiarlos y darle nuestra opinión a principios de octubre, pues hasta el 28 de septiembre terminará la auditoría que empezará en unos días por parte de la OACI. Veremos si la DGAC logra convencer a este organismo de que cumple con los requisitos suficientes para mantener a México en la Categoría #1 ante la OACI.

Al final de la junta el Ing. Bargés sugirió que octubre fuera el "mes de la aviación general", para atender todos nuestros asuntos, que tan al descuido ha dejado.