Otros "INSTANTES"

por Alejandro Parra

Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer menos errores (en el avión). Trataría de verme algo menos perfecto de lo que soy (¿qué piloto no se siente así?). Haría que la gente se relajara más. Trataría de ser tontuelo aunque no tanto que reprobara los exámenes de admisión a Mexicana de Aviación. Y de hecho tomaría la volada con mas seriedad, cosa que me imploran los pasajeros y las sobrecargos en días de los Santos Inocentes (hace unos años, fingí un infarto a bordo, en complicidad con mi copiloto, y las sobrecargos se pusieron a llorar porque el Capi se les había muerto).

Haría un poco menos de viajes y me quedaría a disfrutar más de mi tierra (Acapulquito). Contemplaría todos los atardeceres con una botella de tequila (por eso del nacionalismo) dándole besos a mi Panterita (le digo así no por felina, sino porque se mete en más líos que la Pantera Rosa).

Volaría mas bajo sobre las montañas (en mi SuperCub, para que no me regañe el jefe de pilotos) y nadaría en el río frente al restaurante de doña Polita, como si fuera Cuatete.

Mi querido Borges, si tus ojos te lo hubieran permitido podrías haber sido piloto y juntarte con este capitán juguetón. Tu vida hubiera sido igual de larga (espero), pero se te hubiera hecho mas corta. ¡Como habrías disfrutado el mundo desde arriba! donde en una noche estrellada se siente uno tan pequeño y finito en el tiempo, que ganas dan de correr, pues la vida se va en un instante y ni quien se acuerde de uno después (por lo menos de mí, porque tu obra te ha hecho inmortal).

Hubieras aprendido que a sólo unos metros de altura ya no se ven las chicas guapas y vanidosas, ni los chicos que presumen de hacer ejercicio diario, ni los ricos y poderosos políticos, ni los pobres con sus niños panzones por las lombrices, y sólo queda el espíritu del hombre que descubrió las alas para ver, en el paisaje de atardeceres dorados, lo maravilloso de la naturaleza y el ingenio de su raza.

Lástima que no aprendiste a volar; en lugar de en calesita hubieras paseado en un biplano de cabina abierta con el cabello alborotado al viento, y descubrirías que el azul es más azul y el verde mas verde.

Y volarías con tus amigos en formación y rodarían tus lágrimas de emoción al ver en el aire, juntos, 60 aviones como el tuyo.

Y volarías bajito sobre los serpenteantes ríos espantando garzas, loros y pelícanos.

Y travieso, pasarías cortando el hilo de un papalote o interrumpirías un partido de futbol llanero.

Y verías a las parejas haciéndose arrumacos donde creen que nadie las ve.

Y le dirías adiós a los pescadores y a los troncos flotando, al confundirlos.

Y enamorarías a tu esposa y la enseñarías a disfrutar el mismo cielo.

Y se te haría un nudo en el alma al verla volar sola por primera vez.

Ya ves, yo no tengo 85 años pero los que tengo los he vivido plenamente y si me muero... no importa, he vivido intensa y apasionadamente.

 

 

 

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