Piedras negras, Ver., Febrero 2 del 2000

Amigos de FEMPPA:

Hace algún tiempo apareció en NotiAMPPA la crónica "El Rosario de Amozoc" sobre mi peregrinar para obtener de la DGAC permisos temporales para operar las pistas en nuestros ranchos. Ese artículo todavía está en Internet, en el Website de FEMPPA (oprimir para verlo).

Hoy lamento tener que comentar una noticia desagradable para mi familia y la aviación: el cierre definitivo de cuatro de los siete aeródromos que tenemos registrados (tres de ellos en Veracruz y uno en Tabasco), debido a la creciente dificultad del papeleo burocrático y al acoso de las autoridades militares.

El cierre que más lamento es el del aeródromo El Cristo (CRX), una pista de pasto que tenía medio siglo operando pacíficamente y por estar ubicada en un hermoso recodo del río Tecolutla, con la reciente inundación quedó muy dañada. Antes de que llegaran los víveres para los damnificados, llegaron los soldados para "cuidar" que nadie bajara en la pista ya inutilizable. Esto molestó profundamente a mi abuela (que es la dueña del rancho) y al resto de la familia, los cuales están hartos (y muy nerviosos) de tener permanentemente a una docena de soldados dentro de nuestra propiedad privada haciendo exactamente nada, quienes además se agencian el derecho de utilizar nuestras instalaciones sin siquiera haber pedido permiso. Como consecuencia y con toda la pena del mundo, decidimos mandar todo "a la..." y dejar el asunto por la paz. A ver ahora cuando se van los soldados.

Cuando al jefe de la zona militar en Martínez de la Torre, Ver., le solicitamos que por favor retirara los soldados de nuestra propiedad, nos dijo que independientemente de que la pista tuviera permiso, debía mantener personal militar en forma permanente dentro de nuestro rancho para "protegernos". ¿De qué o quien? probablemente de ellos mismos porque nunca hemos tenido problema.

Es una lástima que se cierren pistas, pero más que las arbitrariedades oficiales y las noticias que los medios manejan lleguen a atemorizar a personas rectas y honradas como mi abuela y mis tíos, que no están directamente involucrados con la aviación.

Es triste que en México haya una doble cara y actitud de las autoridades, pues por una lado fuerzan a cerrar pistas y acaban con los esfuerzos privados actuales por mantener la aviación general y por otro premian a quienes los hicieron en el pasado. Los aeródromos que mi familia está cerrando son los mismos por los que hace unos años mi padre recibió la medalla Emilio Carranza en reconocimiento a su labor pionera en la aviación rural en Veracruz y la ayuda humanitaria que con sus pistas y aviones prestó en casos de desastre.

Quedan abiertos, por el momento, los aeródromos de Las Choapas, Lorena y El Ahijadero, los cuales espero poder mantener operando y algún día lograr que me den el dichoso permiso definitivo.

Les pido una disculpa por amargarles el día y les envío un cordial abrazo.

Clemente Maitret Collado.


 

 

 

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