Me encontraba tomando una taza de café Ambar en el local de la AMPPA, cuando un joven y capaz piloto llegó a registrar su llegada en el libro. "¿Cómo te fué?" -pregunté-. "Muy bien -contestó- pero al enfilarme a la pista en Córdoba se me empezó a hundir el avión por el viento de cola y tuve que meter potencia porque sonó la chicharra." Seguramente puse cara de "hhmmmm", porque añadió: "con viento de cola no deben usarse flaps ¿verdad?". "¿Por qué?" -pregunté- "bueno, lo que me han explicado -contestó- es que al virar a final, el viento de cola trata de aplastar el avión contra el suelo y si usas flaps tiene más superficie para empujar y te hundes más". Estos argumentos son falsos, pero tienen algo misterioso que los hace creibles para muchos pilotos, incluso profesionales. Tan falsos como decir que el ascenso mejora cuando se despega con viento de frente. El concepto incomprendido es el de "viento relativo" y el problema, quizá, resida en el uso de la palabra "viento" y no otra diferente para no confundirlo con el viento atmosférico. Viento relativo, recordemos, es aquel opuesto a la dirección en la que el avión se mueve. Si el avión, además, viaja dentro de una burbuja de aire que se desplaza a velocidad constante (viento atmosférico) cambiará la percepción que el piloto tenga del suelo, pero no el viento relativo ni las características de vuelo del avión. Un concepto estrechamente asociado al de viento relativo es el de ángulo de ataque. Angulo de ataque, recordemos también, es el formado por la cuerda alar (la linea que une el borde de ataque con el de salida) y el viento relativo. Es decir, de que dirección llega el aire que choca con el ala. Por ejemplo, en vuelo recto y nivelado el viento relativo es horizontal y el ángulo de ataque inversamente proporcional a la velocidad. Si se jala de modo extremadamente brusco el bastón, la nariz subirá pero el avión, por inercia, seguirá volando horizontalmente. El ángulo de ataque será excesivo y el avión se desplomará siguiendo la trayectoria que llevaba. Desde tierra, aunque el avión se haya desplomado, no lo veríamos "caer". Si el piloto, al mismo tiempo que jaló bruscamente el bastón hubiese pisado a fondo un pedal, hubiera provocado una "barrena hacia el frente". Esta violenta maniobra, es la que en acrobacia aérea se llama "snap roll". Volviendo al aterrizaje con viento de cola, la chicharra sonó porque el pilotó, acostumbrado a aterrizar con viento de frente, percibió que el suelo pasaba "demasiado rápido" y, por reflejo condicionado, jaló el bastón para reducir la velocidad, con lo que aumentó el ángulo de ataque, lo que a su vez aumentó el régimen de descenso del avión, por lo que el piloto jaló aún más el bastón, etc., etc.; en vez de cuidar el velocímetro y mantener la velocidad indicada, sin importar las apariencias. Los flaps, por supuesto, se comportan igual con viento de frente
que de cola y deben usarse para tocar pista a la mínima velocidad
posible. |