EL AERO-PLANO

Gran parte de la teoría del vuelo de un aeroplano puede explicarse con un solo concepto: el ángulo de ataque. De el dependen los ascensos, planeos, vuelos rectos, desplomes, barrenas, aterrizajes y parte de los virajes.

El ángulo de ataque es casi todo en el vuelo, pero no es el ángulo que forman las alas con el fuselaje (llamado "de incidencia"), ni tampoco el ángulo que forma el avión con el horizonte (en una barrena, por ejemplo, la nariz apunta hacia abajo y el ángulo de ataque es muy grande).

El ángulo de ataque de un avión, para decirlo de un modo simple, es aquel al que las alas chocan con el aire... y le permite volar.

Todos sabemos que los aviones vuelan por el Teorema de Bernoulli: el aire se acelera sobre el ala, la presión disminuye, etc., etc. Todo esto es cierto y suena muy erudito, pero ha servido para obscurecer el hecho fundamental de que un avión vuela por la misma razón que un helicóptero: por la reacción a la fuerza con que sus alas soplan grandes volúmenes de aire hacia abajo.

El ala de un aeroplano no es otra cosa que un gran deflector de aire. Un plano inclinado, ingeniosamente curvado para hacerlo más eficiente, pero finalmente un plano que vuela, un aero-plano. El ángulo que forma este plano con la dirección en la cual se desplaza es lo que llamamos ángulo de ataque, y cualquier niño que haya sacado el brazo con la mano extendida por la ventanilla de un automóvil en movimiento sabe como funciona.

 

TRIVIA

Un avión que ejecuta una aproximación visual en vuelo invertido a la pista 36 de Veracruz, por efecto del viento (330º, 25K) se encuentra demasiado bajo y al este del eje de la pista. Para reinterceptar la trayectoria correcta, el piloto deberá mover el bastón hacia: a) atrás y su izquierda. b) atrás y su derecha c) adelante y su izquierda. d) adelante y su derecha.

 

 

 

Si respondió a ó b quédese en tierra; si respondió d está equivocado, piénselo de nuevo.

 
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